Pastor Novaro Arones y Familia

Mi nombre es Nóvaro Walter Aronés Santa Cruz, nací en el Departamento de Ayacucho el año de 1970, lugar donde se inició el terrorismo en 1980, ahí llegue a ser testigo de las atrocidades cometidas por la subversión (Sendero Luminoso y MRTA y el grupo paramilitar Rodrigo Franco), así como también de parte de los militares (Guardia Civil, Guardia Republicana, Ejercito Peruano, La Marina de Guerra), viví en esta ciudad hasta 1988, luego llegue a la capital del país (Lima) por causa de la persecución del terrorismo y con la finalidad de estudiar en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1991. Viviendo en un Distrito llamado San Juan de Lurigancho lugar donde predominaba el terrorismo, pues era una zona de extrema pobreza, recibí a Jesucristo como mi Señor y Salvador, esto se dio un día en que un grupo de personas cogieron a un ladrón y lo amarraron a un poste con la finalidad de quemarlo vivo, observando yo este suceso quede aturdido por mi contexto de vida en Ayacucho y pensé llegar a ser testigo de un asesinato más, pero para sorpresa mía, se puso en medio un hombre que comenzó a predicar el Evangelio y el ladrón fue rescatado de la muerte, suceso insólito para mí pues en el lugar donde nací ser librado de esas condiciones era imposible, este predicador pasó a ser mi pastor y es el Ps. José Carlos Cardoso. En 1992 deje mi carrera universitaria y me fui a estudiar teología en el seminario sustentado con el salario de mi pastor, me casé en 1996 con una preciosa mujer llamada Linda Rebeca Castillo Huacho a quien conocí en el seminario teológico, por estos tiempos ella se encontraba capacitando a maestros de escuela dominical en diferentes ciudades del Perú. Hoy tenemos 4 hijos quienes son Eliézer, Naara, Asiel y Essi. Hasta el día de hoy mi esposa y yo llevamos pastoreando la iglesia por 10 años trabajando codo a codo en el ministerio compartiendo las responsabilidades y formamos parte del cuerpo pastoral de la Iglesia Evangélica Misionera, iglesia donde me convertí; en la actualidad estamos dejando la capital y nos dirigimos bajo el llamado del Señor nuestro Dios a la ciudad de Tarapoto a cumplir con sus propósitos puestos en nuestros corazones.